Todo empezó por un registro en el facebook, aconsejado por colegas para comunicarme a traves de ese portal con mi grupo de amigos. Al perder la cuenta skype de un contacto en el extranjero, solo me quedaba la posibiladad de mandarle un mensaje a traves del dichoso facebook. Aí es cuando me di cuenta: y porque no creo mi propia pagina? dicho y hecho, ese mismo dia, me puse manos a la obra y ahora tengo mi "diario" particular. jajaja Me motivé! un abrazo a todos!

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jueves, 5 de marzo de 2009

socialdemocracia

Los países mas representativos socialistas que han existido son la antigua Unión Soviética y sus países satélites del este de Europa, la China comunista y sus satélites, Cuba y muy importante también, la Alemania Nazi. Mises explica que la Alemania Nazi era un estado socialista por virtud de la existencia de “multitud de controles de precios y las escasez que provocan”. Como respuesta a la existencia de escaseces y el caos económico que las acompaña, el gobierno toma el control de las decisiones fundamentales que atañen a la producción, tales como qué es lo que se produce, en qué cantidades, con qué métodos, y quién consume el producto. Mises llama a ese socialismo, modelo de socialismo alemán o nazi, para distinguirlo del socialismo de los soviéticos, en el que todos los medios de producción están nacionalizados y al que llama modelo de socialismo ruso o bolchevique.

El modelo de socialismo alemán es engañoso y a menudo se confunde con el capitalismo porque mantiene la apariencia exterior de propiedad privada de los medios de producción y por tanto de capitalismo. Sin embargo, bajo el estilo nazi de socialismo, la propiedad privada existe como nombre solamente. El poder de tomar todas las decisiones fundamentales, que es la esencia de la propiedad, está en las manos del gobierno y es ejercido por el gobierno. El modelo de socialismo alemán o nazi es un socialismo de facto.

La política que consiste en evitar férreamente el intervencionismo es la política del laissez-faire, que se puede entender muy sencillamente como: si una acción no representa el inicio de la fuerza física, el gobierno debe mantenerse al margen, es decir, no intervenir

Un vicio capital del intervencionismo es que tiende a crecer. En palabras de Mises “Intervención anterior engendra intervención posterior.” Por ejemplo, el gobierno impone controles en el precio del alquiler. El resultado es que los inversores privados no quieren construir vivienda de alquiler, porque no es rentable. En lugar de revocar los controles en el precio del alquiler, el gobierno se embarca en la tarea de construir vivienda de protección oficial, y asegura que el mercado libre ha fracasado.

O impone regulación en las tarifas ferroviarias y al mismo tiempo infla la oferta de dinero, obliga a las compañías ferroviarias a tratar con los sindicatos y da enormes subsidios para la construcción de autopistas. El resultado: falta de rentabilidad en la industria ferroviaria, inversiones decrecientes y peor calidad de servicio, la suma de todo es otro supuesto fallo del mercado libre y consecuentemente otra supuesta necesidad de nacionalizar otra industria.

El mismo patrón se está repitiendo con respecto a las empresas privadas de electricidad, cuyas tarifas están controladas, mientras la inflación eleva sus costes y se les prohíbe construir instalaciones adicionales para cubrir el crecimiento en la demanda, y a las que luego se les culpa de las carencias de energía.

O el gobierno impone un salario mínimo y una legislación favorable a los sindicatos, subiendo el precio de mercado de los trabajadores y generando paro. Luego se producen grandes quejas alegando que el capitalismo sufre un problema endémico de desempleo, y necesita un sistema de bienestar público y programas gubernamentales de creación de empleo.

O el gobierno impone licencias médicas, que mantienen baja la oferta de médicos e incrementa las tarifas artificialmente, haciendo que ciertos servicios estén fuera del alcance de gente que de otra manera se lo podría permitir. Entonces, en un esfuerzo por aliviar este problema, fomenta los así llamados seguros médicos financiados por la empresa, que tienen el efecto de hacer que el coste de los servicios médicos parezcan gratis para grandes cantidades de trabajadores. Este es un sistema que debe ser entendido no como una clase cualquiera de seguro, sino como una colectivización de los costes de los servicios médicos. Debido a la falta de coste de los servicios médicos para el individuo en este tipo de plan, la demanda tiende a crecer sin límite.

Los médicos tratan de aprovecharse del sistema ordenando más y más exámenes y procedimientos que, pudiendo resultar en beneficio de los pacientes, no los habrían ordenado si supieran que son los mismos pacientes lo que tienen que correr con los gastos sin poder permitírselos. En poco tiempo, los médicos se exponen a demandas por negligencia por no ordenar dichos exámenes e incluso por tener en cuenta la situación financiera de los pacientes. Empiezan a practicar “medicina defensiva”, pidiendo más y más exámenes para protegerse ellos mismos de dichas demandas. Las pólizas de seguros por negligencia crecen más y más.

En este proceso, el coste de la atención sanitaria se eleva fuera del alcance de más y más gente que no tiene lo que se denomina “seguro” médico. Para arreglar este problema, el gobierno establece los programas de “Medicare” y “Medicaid”. El efecto de estos programas es el de aumentar aún más los costes de la asistencia sanitaria y el de llevar a la ruina a cualquiera que esté fuera del sistema de “seguro” médico y que necesite algún tipo de servicios médicos.
Finalmente, para limitar la subida en los costes, el gobierno toma más y más control sobre lo que los médicos y los hospitales pueden hacer y cómo lo hacen. Ese es el estado en el que estamos hoy en cuanto a asistencia sanitaria

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